maestro auténtico y maestro materialista espiritual.
Escenario 1: El maestro auténtico.
El contexto: Un estudiante ha estado meditando con regularidad, pero se siente frustrado y lleno de enojo.
Interacción: El estudiante se acerca a su maestro y le dice: "He estado meditando mucho, pero mi mente está más agitada que nunca. Siento mucho enojo y no sé qué hacer. Siento que mi meditación no está funcionando".
Respuesta del maestro auténtico: El maestro sonríe y dice: "Ah, ¡qué buena noticia! Ahora, por fin, estás viendo lo que hay realmente en tu mente. La meditación no se trata de eliminar el enojo, sino de sentarte con él. No tienes que hacer que desaparezca. Solo siéntate con él, dale la bienvenida como a un invitado. Míralo, siéntelo. Este enojo es tu maestro ahora. No lo uses como una excusa para dejar de practicar, úsalo como tu práctica".
Análisis de la interacción:
Confronta el autoengaño: El maestro no ofrece una solución mágica o una técnica para "eliminar" el enojo. En cambio, confronta la expectativa del estudiante de que la meditación debe ser siempre pacífica.
Fomenta la no-posesión: El maestro le enseña al estudiante a no poseer su enojo, a no identificarse con él, sino a observarlo con apertura y curiosidad. De esta manera, el estudiante no colecciona una "buena" experiencia (la paz), sino que utiliza una "mala" experiencia (el enojo) para la verdadera liberación.
Enfatiza la honestidad: La interacción se basa en la honestidad brutal de ver la realidad. El maestro no elogia al estudiante por su esfuerzo, sino que lo guía a ver que el enojo es, en realidad, el material de trabajo.
Escenario 2: El maestro materialista espiritual.
El contexto: El mismo estudiante, frustrado y lleno de enojo, busca ayuda.
Interacción: El estudiante le dice a su "maestro": "He estado meditando, pero mi mente está muy agitada y siento mucho enojo".
Respuesta del maestro materialista: El maestro le da una palmada en la espalda y dice: "Esa es una fase común. Te daré un mantra especial. Solo di este mantra 108 veces al día y tu enojo desaparecerá. Además, deberías considerar unirte a mi próximo retiro de sanación, donde te enseñaré técnicas para transformar esa energía negativa en pura luz".
Análisis de la interacción:
Refuerza el ego: El maestro valida la idea del estudiante de que el enojo es un problema que necesita ser eliminado, en lugar de ser una oportunidad para la conciencia. El maestro se presenta a sí mismo como un salvador que tiene la solución para el problema del estudiante.
Promueve la posesión: Le da al estudiante un nuevo "bien" espiritual (un mantra especial, un retiro de sanación) para coleccionar. En lugar de enfrentar su enojo, el estudiante se aferra a la idea de que estas herramientas lo "sanarán", creando una dependencia y reforzando la ilusión de que la espiritualidad es un producto.
Fomenta la burocracia del ego: La solución propuesta es una tarea más: recitar un mantra un número específico de veces. Esto convierte la práctica en un trabajo que el ego puede gestionar, reforzando la creencia de que se puede "comprar" la paz a través de un esfuerzo cuantitativo.
En conclusión, la diferencia clave es que el maestro auténtico te ayuda a desmantelar tus apegos, mientras que el maestro materialista te da nuevos apegos. La guía genuina te hace más libre; la materialista te hace más dependiente.
Gracias. Muy de acuerdo con Rimpoche
ResponderEliminarGracias por comentar y visitar el blog.
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